jueves, 14 de mayo de 2009

Lo que fue nunca será

La taza rota nunca será igual,
aunque sus pedazos vuelva a pegar,
sus heridas siempre mostrará.
La poesía aun está en la taza rota,
que mi corazón al verla llora.

Un pedacito de mar se ahoga,
absorbida por seca arena,
pero este no fue su final,
el sol a la nube hizo elevar...
Cuando la nube llora me recuerda,
que ella quizás junto a mí volverá.
En mundo misterioso vivimos,
ya no se cuantas dimensiones lo forman,
Cuando mí amado en silencio me ama,
unidos por desconocido universo,
la siento en cada partícula que me forma.

La baldosa arruinada por gastada,
al ser la preferida del calzado,
fue cambiada y otra ocupó su lugar,
y la nueva siempre desencajada quedó.
Hay muchas cosas que no tienen reemplazo,
aunque lastimera halla sido la relación.
Una hoja seca en una rama,
por el viento es fuerte zamarreada,
no se dejó vencer hasta la llegada
del calor, y sus verdes compañeras.
La poesía aun está en esa hoja seca,
que luchadora el verano aguarda.
No me hagas esperarte toda mi vida,
amado mía, eres mi mejor poesía.

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